Reproduzco a continuación el párrafo de un mail que me enviara desde Israel mi amiga virtual Chocha, con referencia a mi lucha constante por la justicia a los jubilados. Son varios los que se han expresado en el mismo sentido desde el extranjero, perdida ya toda esperanza de recibir el pago de sus sentencias.
NO VALE LA
PENA HABLARLE AL VIENTO!!!!!! EN UNA PALABRA DESISTA DE PEDIR ESTA
LIMOSNA QUE NOS CORRESPONDE, YA POR AHORA PARECE NO PUEDEN O NO QUIEREN DAR LA
BUENA NOTICIA QUE TANTO RECLAMAMOS TODOS, YO, COMO UD SABE SOY UNA ESTAFADA CON
EL PROGRAAMA DE REPARACION HISTORICA Y YA ME BORRE TODA ILUSION, SE QUE NO LO
VAN A CUMPLIR, ENTONCES PONGO MIS ENERGIAS EN PASARLA LO MEJOR POSIBLE Y
OLVIDARME DE ESTO, ANOCHE QUE ENTRAMOS EN OTRO ANIO NUEVO LO DISFRUTE CON MIS
HIJOS NIETOS Y BIZNIETITOS Y DE LA JUBILACION NI LA MENCIONAMOS ES UNA MALA
PALABRA. DESDE ESTA TIERRA BENDITA LE ENVIO EL "SHANA TOVA UMETUKA"
PARA QUE FESTEJE TAMBIEN OTRO ANIO AUNQUE NO SEA JUDIO, IGUAL ES SOLO PARA
RECIBIR BENDICIONES Y BUENA ONDA. UN ABRAZO.
CHOCHA
Esta es una
prueba evidente de lo que vengo sosteniendo desde el mismo momento en que se
promulgó la Ley de Reparación Histórica, una verdadera extorsión del Estado que
se niega a pagarnos las sentencias de los juzgados de Previsión Social. Somos
más de 250.000. Mantengo correspondencia con más 50 colegas en la misma
situación y no alcanzamos a entender cómo el propio gobierno puede incumplir
las leyes que está obligado a exigir que sean respetadas.
Mi caso es conocido en las redes sociales y en pocos canales de televisión que lo han difundido, en consideración a que llevo 20 años litigando, con sentencias favorables, a los 94 años de edad y sin ninguna respuesta positiva. No tengo armas para enfrentar esta situación, salvo mis escritos que la mantienen vigente y que, quizá hayan sido la causa de una posible represalia por parte de Anses, lo que no descarto.
Mi caso es conocido en las redes sociales y en pocos canales de televisión que lo han difundido, en consideración a que llevo 20 años litigando, con sentencias favorables, a los 94 años de edad y sin ninguna respuesta positiva. No tengo armas para enfrentar esta situación, salvo mis escritos que la mantienen vigente y que, quizá hayan sido la causa de una posible represalia por parte de Anses, lo que no descarto.
No poseo la
organización ni los elementos necesarios para emprender las acciones de envergadura
que el caso indudablemente merece. El periodismo, en el que confié en un principio,
respondió con el silencio a mis reclamos para lograr una fuerte exposición en los medios. Sólo cuando
se enteraron de mis gestiones ante Guinnes World Records, para lograr un título
mundial por la gran marca que poseo de tiempo de espera para el cumplimiento de
un fallo judicial, vieron un caso interesante, una veta de difusión periodística
que los llevaron a algunos a entrevistarme. Claro, era un caso raro que acrecentaría el
rating de sus programas.
Yo estimo que una medida
de gran efecto sería la publicación de una solicitada de página entera en los
principales periódicos que, no tengo dudas, provocaría una inmediata reacción
del gobierno. Los fundamentos son de una relevancia tan significativa que
colocan al Estado como un insólito infractor a las leyes, en una fase de
inseguridad jurídica inaceptable. ¿Estado insolvente?
Es una
medida sumamente costosa que para llevarla a cabo requiere una planificación
que individualmente no se puede encarar. Únicamente podría organizarse dentro
de una institución o asociación idonea para tal fin, como lo sería la de
Jubilados Aportantes, a la cual recurro humildemente para solicitarle que se
haga cargo de la misma.
Una rápida
evaluación de los socios que estén dispuestos a colaborar les daría la suma
aproximada que correspondería a cada uno. Cualquiera fuera el resultado del
análisis, presto mi conformidad al aporte. Me permito una ironía, creo que hay descuentos en las solicitadas para los jubilados, pero no sé si para las asociaciones.
Desde éste,
mi espacio, le solicito a mi amigo Omar Martinez, con el cual congeniamos desde
hace años, que considere seriamente este pedido y que se haga cargo de la
redacción de la “Solicitada”. Apelo a sus virtudes literarias, a la identificación con nuestro caso y a su
experiencia.
Sigamos la lucha.
Sigamos la lucha.