martes, 22 de agosto de 2017

NOS ABRIMOS DE PIERNAS


De súbito me encontré frente a esta noticia, publicada normalmente, como algo entretenido para el curioso lector y me asaltó el incontenible y antojadizo impulso de otorgarle, en mi humilde espacio, la real importancia que tiene al relacionarla con hechos similares que se vienen produciendo descarnadamente y sin mayor inquietud en en el seno de nuestro todavía adormecido país. Dormido el pueblo, dormido el gobierno, dormido el desapego que los cobija.
Tómese como alarmismo, tómese como exageración, tómese como extravagancia, tómese  como la adjetivación que más les plazca, que no afectará en lo más mínimo la opinión que tengo formada  desde hace un año con respecto a la anarquía que se cierne sobre la indolencia de un país que ha olvidado su pasado  Eso sí, señores, tómense el trabajo de leer o releer lo escrito el 15 de este mes, link 
http://silviopedropizarro.blogspot.com.ar/2017/08/negligencia-periodistica_15.html 

TITULAR
El  GOBIERNO SUBASTARÁ  UN CAMPO DEL EJÉRCITO
Espera recaudar 100 millones de dólares
INFOBAE.COM
 No anden con vueltas, no es más fácil subastar de una vez por todas las Fuerzas Armadas, al mejor postor? La recaudación podría donarse  al Foro de Sao Paulo, el gran gestor del desguace incluido en la Declaración Final del XXIII congreso realizado el 26 del mes pasado. Primero, exigieron la libertad de Milagro Sala, la prominente cacique indígena y lo consiguieron (prisión domiciliaria ilegítima); luego exigieron bajo amenazas la búsqueda urgente de un incendiario miembro de la RAM, Maldonado, y lo lograron. Se está gastando más dinero en el "protocolo" de su búsqueda que la que se les debe a los jubilados. Piden la desaparición de las Fuerzas Armadas, y vaya si lo están logrando. También incitan a la devolución de las tierras de la Patagonia a los pueblos "originarios" y en ese camino vamos. Alientan e impulsan los movimientos piqueteros y violentas marchas de protesta para la destitución del gobierno democrático del presidente Mauricio Macri. ¿Faltará mucho?