miércoles, 26 de julio de 2017

ANSES Y LA FALSA REPARACIÓN HISTÓRICA

       
Siguen los comunicados de Anses  con sus propósitos de destrucción.
Yo quisiera ser lo más explícito posible para que se entendiera la verdadera
finalidad de la Ley de Reparación Histórica, sobre la cual ya he formulado críticas analíticas,con argumentos lógicos y jurídicos, que no son del caso repetir.
Simplemente, la finalidad es no pagar el reajuste y la consabida retroactividad dispuesta por la justicia, en sentencia firme
El 15 de julio Anses paralizó todos los juicios al presentar una avalancha de de recursos extraordinarios  en las tres Salas de la Cámara de la Seguridad Social, para que la Corte Suprema avale un cambio en los índices de actualización de los haberes y las retroactividades en perjuicio de unos 200.000 juicios de jubilados. Esta  sola acción producirá una demora de dos años, efecto buscado.
Todo fue premeditado porque en ese lapso se atrevieron a lanzar un comunicado informando que con el cobro de los haberes del mes de Agosto, 1.060.000 jubilados tendrán incorporación al reajuste previsto en el programa. Se trata de  jubilados, la gran mayoría sin juicios, a quienes la Anses decidió pagarles el aumento sin hacer previamente  todo el trámite requerido por la normativa. Es decir, se obligan a renunciar a su juicio por reajuste, o a no iniciar ninguno, a cambio de recibir  el haber recalculado a su antojo, que siempre resulta inferior a lo que se conseguiría en un juicio.
Los interesados que no tienen información todavía sobre cuál es la oferta  de pago del Estado, reciben un mensaje  que los lleva a hacer un clic para indicar que quieren ser contactados. Pero no reciben datos sobre dicha oferta, sino un aviso de que se estará analizando su caso, lo que según el organismo  se trata de una modalidad para darle un orden al trabajo de procesar datos.
Es el más perfecto procedimiento kafkiano que se ha conocido en el ambiente burocrático de la administración nacional, y que se lleva a cabo con gente de avanzada edad, la mayoría ancianos.
Se nos preguntará a qué obedece tan retorcido mecanismo con gente agobiada que deambula desorientada por pasillos y oficinas, sin tener siquiera poco o ningún conocimiento del manejo de las computadoras.
La respuesta posee dos características bien definidas.
Primero, la decidida intención de no pagar y de extorsionar para que los pagos inevitables sean un cincuenta por ciento rebajados unilateralmente. 
Segundo, realizar una publicidad política de proporciones al engañar a la opinión pública con anuncio de reajustes a más de un millón de personas, gracias a la Ley de Reparación Histórica, que no es otra cosa que una extorsión y defraudación a la gente más vulnerable del país.
A medida que la Anses va tomando e informando nuevas medidas con respecto al cumplimiento de las leyes y procedimientos destinados a una mejora en los pagos y en lo reajustes de la jubilaciones, es conveniente leer con atención los comunicados, porque tenemos la experiencia de que se trata de propaganda engañosa que, a la postre, significa un calculado perjuicio para la clase pasiva.