lunes, 22 de mayo de 2017

AVANZA LA IZQUIERDA (ii)

Como es de práctica el gobierno no ha elegido momento más inoportuno para invitar a la CIDH, Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para realizar la reunión anual de la organización en Buenos Aires, coincidiendo con el aniversario patrio del 25 de Mayo.
 Es probable, casi seguro, que esto haya sido sugerido o silenciosamente solicitado a nuestros distraídos funcionarios por los mismos interesados, siempre hábiles en la política furtiva de encender hogueras para el logro de sus propósitos.
La difícil tarea de socavar instituciones, tradiciones y principios democráticas constituye una inteligente maniobra que comenzó a desarrollarse tomando como estandarte de los derechos humanos la “ilegítima” detención de la militante Milagro Sala. Lo habíamos previsto y alertado en anteriores artículos con sólidos argumentos que no tuvieron eco en los organismos gubernamentales, ni en el llamado “prestigioso” periodismo nacional.
Todo se fue cumpliendo de acuerdo a los planes programados, hasta llegar al desembarco de la comisión de la OEA  que con licencia del gobierno llevó a cabo, imprudentemente, inspecciones, visitas y audiencias que lesionan la independencia y soberanía nacional.
La influencia que ejerció la pública censura a la justicia penal del país, alentada por sus colegas del CELS,  Amnistía Internacional y otras organizaciones populistas, tuvo graves consecuencias al producir serias polémicas y enfrentamientos que dieron por resultado la desorientación de nuestra ciudadanía, no preparada a esa esgrima dialéctica tan bien manejada por el marxismo. El resultado final fue la intempestiva reunión en la legislatura para modificar en 24 horas la ley del 2x1 que daba la elección de la ley más benigna a los condenados en juicios penales.
Es indudable que, aunque tardíamente, se está manifestando una reacción ante el rápido y sorpresivo desenvolvimiento de los hechos, que se evidencia en asociaciones profesionales de abogados, juristas, y otras organizaciones pensantes, emisoras de comunicados elocuentes con críticas opiniones a la forma en que ha sido manejada esta importante situación legal.
Sucede que fuentes fidedignas informan que recién ahora el gobierno comienza a preocuparse por las derivaciones de la reunión del CIDH, pues aunque no figura en los temas a tratar, la detención de Milagro Sala podría incluirse en los debates. No hay que olvidar que la Comisión subscribió el informe del Grupo de Trabajo de la ONU que cuestionó duramente la detención de la dirigente populista. Se hizo mención además al decreto que permite la deportación de extranjeros que cometen delitos.
La agenda de las audiencias públicas previstas para la CIDH en la reunión de esta semana abordará temas muy sensibles para el país, para Brasil y para Venezuela.
¿En el gobierno, asomó la más remota idea de que el 25 de Mayo en plena reunión de un orquestado organismo de extrema izquierda se pueden echar a volar despiadadas críticas por la “ilegal” prisión de una ilustre indígena, víctima de un gobierno derechista y oligárquico y por la injusta deportación de hermanos sudamericanos que cometen delitos?
¿Era éste el momento indicado para cursar una invitación que puede empañar los festejos de nuestro aniversario, despreciado durante tantos años por el gobierno anterior?
 Estamos a 22 de Mayo, con el plenario ya comenzado, y nuestro mayor deseo, en honor a nuestra Patria, es que podamos festejar  nuestro sagrado aniversario el 25 de Mayo de 1810 sin ninguno de los posibles contratiempos que hemos esbozado con nuestra mejor intención.