jueves, 23 de febrero de 2017

CARTA ABIERTA AL SEÑOR PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA ARGENTINA INGENIERO MAURICIO MACRI


Silvio Pedro Pizarro, matrícula DNI 1.738.044, argentino, nacido en Buenos Aires el 5 de junio de 1923, ex funcionario de Aerolíneas Argentinas, 1948 a 1989, se dirige respetuosamente al señor Presidente de la República Argentina, Ingeniero Mauricio Macri a fin de hacer llegar a su conocimiento la situación de los jubilados de nuestro país que, por la fraudulenta liquidación de sus haberes, fueron obligados a recurrir a la justicia debido a la negativa, el maltrato y la perversidad del organismo ANSES, supuestamente el tutor y defensor de sus derechos.
Tampoco en ese ámbito lograron la solución a sus problemas.
Este fue el motor y el motivo de los treinta y nueve (39) artículos escritos y publicados en mi Blogspot “Habla la Experiencia” con copias enviadas a ANSES y a la Jefatura de Gabinete que jamás merecieron la atención y la respuesta de vuestra administración.
En ellos, señor Presidente, solicitaba soluciones para estas víctimas de la tercera edad y una investigación y auditorías para ANSES, el organismo que viene gozando de total inmunidad e impunidad en lo que va de su mandato, sin razón alguna que lo justificara, salvo el apoyo recibido de su ex titular Diego Bossio con la cesión de sus 17 diputados para votar a favor del oficialismo, en la legislatura.
Los escritos que he mencionado eran en defensa de todos los jubilados, pero sin mencionar que el subscripto era uno de ellos. No deseaba una mala interpretación a mis reclamos.
En todos mis contactos mantenidos a través de varios años no tuve reparos ni temor en criticar en duros términos a la corrupta política kirchnerista y durante el año 2015 iniciamos un movimiento a favor de su candidatura, confiados en sus promesas electorales.  Estimábamos que, con que Ud. diera tan solo una orden, atributo de su mandato, de cumplir con las sentencias emitidas conforme a las leyes y a la Constitución, se lograría una justa y rápida reparación a tanta injusticia. 
 Pero no fue así y continuamos en el mismo camino de desobediencia, falsas apelaciones, obstáculos, demoras, todo tendiente a no pagar las sentencias ordenadas. Fuimos testigos de falaces comunicados que hacían creer que se normalizaba la situación y se estaba pagando. Falso.
Renacieron las esperanzas cuando su gobierno anunció en mayo de 2016 el “Programa Nacional de Reparación Histórica a Jubilados y Pensionados”
Sería muy extenso, señor Presidente, relatar la enorme cantidad de reclamos que fueron elevados ante la falta de cumplimiento de lo que se anunciara con título tan pomposo.
Baste con mencionar, que ante decenas de miles de acuerdos firmados dentro del marco de esta Reparación Histórica, los juzgados de Seguridad Social han hecho saber, que a seis meses de lanzada la convocatoria, recién a partir de marzo de 2017 estarían en condiciones de homologar no más de 1.300 acuerdos por mes; esto es, en el supuesto de que tan sólo el 10% de los jubilados se acogieran a tan loable iniciativa, se requerirían no menos de "veinte años" para concluir con los pagos comprometidos, No hace falta mencionar que gran parte de los abuelos no cobraría en vida su acreencia, aún con la tremenda quita pergeñada por ANSES al ofrecerles la firma del convenio de referencia.
Tan es así, que la anunciada Reparación Histórica, parecería ser una maniobra publicitaria con fines electorales, porque en definitiva el propósito sería evitar la molestia de los juicios y promocionar un gesto humanitario; que en sí, resultó ser una auténtica extorsión, ya que se ofrece el pago inmediato de las sentencias con la condición de que el demandante acepte una quita del 50% sobre la suma que corresponde a la retroactividad, con el agravante de que se comprometa a la renuncia de futuros juicios previsionales.
 No dejo de reconocer que por esta ley se ha beneficiado a gran cantidad de jubilados cuyos haberes fueron reajustados, la mayoría de los cuales no han siquiera iniciado acciones judiciales y otros sin haber realizado los aporte correspondientes; lo cual contrasta con los casos ya citados de aquéllos que aportaron correctamente durante cuarenta años, que se vieron obligados a enjuiciar al Estado y que en el límite de sus vidas siguen a la espera del pago de las sentencias firmes que así lo disponen..
Señor Presidente, hay una gran cantidad jubilados de 80, 90, y más de 100 años que me consta siguen reclamando su pago, varios de ellos con cartas dirigidas a ANSES y a los diarios, y deduzco razonablemente que si a diario leemos estos reclamos, cuántos estarán en la misma situación sin decidirse a escribir y cuántos habrán fallecido en esa angustiosa espera.
 Relato mi caso brevemente. 
Me jubilé el 31 de julio de 1990.
El 4 de agosto de 1992 efectué un reclamo administrativo ante ANSES por mala liquidación de mis haberes, Expediente Número 997-51686761-001, que fue rechazado p0r el organismo. 
Apelé ante la Cámra Nacional de Apelaciones de la Seguridad Social, Expediente Número 21054/93.
Obtuve primera sentencia favorable de la Cámara el 20/09/93 sentencia 41470. Pero ANSES apeló ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la cual falló a mi favor mediante  sentencia del 15 de julio de 1997.
ANSES ajustó mi jubilación, pero erróneamente y en una medida mucho menor de lo que correspondía de acuerdo a la sentencia. 
El 22 de diciembre de 2008 se inició la "ejecución de sentencia" porque nunca se se cumplió correctamente. Reclamé la diferencia entre lo que marcaba la sentencia y el ajuste incorrecto, en menos, efectuado por ANSES.
Presenté seis liquidaciones que era impugnadas  con extralimitada demora a medida que se iban presentando. Cinco de las seis quedaron sin efecto por no aprobadas o porque por el transcuso del tiempo quedaron desactualizadas y tuve que volver a hacerlas. Las pautas para su realización son confusas, Un juez rechazó una liquidación manifestando que había que aplicar la tasa activa, pero al renunciar, el juez que tomó su lugar, rechazó la siguiente liquidación diciendo que había que aplicar la pasiva. Mientras tanto, la liquidación con tasa pasiva había quedado desactualizada como seis meses entre resolución y resolución por "sobrecarga de trabajo" en el Fuero. 
La última liquidación fue presentada a fines de noviembre de 2016, y ANSES volvió a impugnarla en febrero de 2017. Realmente esto parece el cuento de la buena pipa y el litigante que esto describe ha pasado los últimos años de su vida en este perverso trajinar, en cuatro  meses más cumplirá los 94 años de edad.
En los momentos tan difíciles que está atravesando su gobierno con críticas maliciosas y denuncias absurdas e insensatas que, para mi sorpresa están alentadas y fogoneadas por una jauría de periodistas que han olvidado la abismal diferencia entre un gobierno corrupto que los agravió y los persiguió durante catorce años y otro que brinda conferencias de prensa, explicaciones, diálogo y entrevistas, me resulta penoso publicar esta carta abierta que con toda seguridad va a ser objeto de retorcidas interpretaciones en la campaña de desestabilización en que se han empeñado.
Lo acompaño y lo apoyo señor Presidente como lo demuestro con este crítico análisis que le formulo no sólo para bregar por la postergada justicia que se debe a los jubilados en la solución de sus tediosos y duraderos juicios por actualización de haberes, sino como mi colaboración para el buen desempeño de sus funciones.

Reciba Usted las expresiones de mi más sincera consideración.