sábado, 17 de septiembre de 2016

EL "CURRO" DE LOS DERECHOS HUMANOS


Los ciudadanos que están exigiendo al gobierno una conducta clara y definitiva sobre los derechos humanos., como prometiera solemnemente Mauricio Macri durante su campaña electoral, deben continuar con la mayor difusión posible de todos los hechos que vienen demostrando la tendencia observada dentro del mismo seno de los Poderes Ejecutivo y Judicial, a la continuación de la política marcada por el kirchnerismo que venimos señalando en nuestros últimos artículos.
Está fuera del más elemental sentido común suponer que el presidente de la Corte Suprema de Justicia y miembros de tribunales inferiores, desconocían que un tribunal de los juicios por delitos de lesa humanidad estaba conformado nada menos que por ex miembros del terrorismo, identificados, recusados, con pruebas irrefutables, al punto que la Cámara de Apelaciones decide la suspensión del juicio.
Es tan repudiable esta situación como lo es la de la Corte que, justamente un año atrás,pronunció una acordada que traemos a colación, ridícula e incomprensible, como una blasfemia a los principios jurídicos que se estudian previo a las cátedras de derecho. Digno de leerse, increíble.
Silvio Pedro Pizarro
17 de septiembre de 2014
FALLO DE LA CORTE SUPREMA
“La Corte Suprema de Justicia reconoció que los hijos de perseguidos por la última dictadura que hubieran nacido en el exterior,durante el exilio forzado de sus padres, tienen derecho a percibir la indemnización prevista por ley.
"La permanencia en el país extraño no fue una decisión voluntaria de ninguno de los hijos de los exiliados, como tampoco lo fue la de sus padres, por lo que el lugar de nacimiento carecía de trascendencia para el reconocimiento del derecho que reclamaban", dijo el máximo tribunal.
Ya de por sí la ley del pago de indemnización a los montoneros terroristas es absurda y discriminatoria, pues se niega el mismo derecho a las víctimas del terrorismo. A tal punto que la oposición votó a favor, con la promesa del oficialismo de incluir en la ley a los familiares de los soldados asesinados en el asalto al Regimiento Monte 29 de Formosa. Hoy se confirma que el cristinismo no los incluyó, jugando una jugada traicionera.
Volviendo al fallo, decir que "la permanencia en el extranjero no fue voluntaria de los hijos" es de una subjetividad tremenda y nos hace pensar cuál sería la situación de los hijos de padres que deciden buscar mejor fortuna en otro país, si piden indemnización porque no fueron consultados, comparación que parece grotesca pero tiene su fundamento. Yo estuve ocho años en el extranjero con mis hijos y ahora recapacito. No fue una decisión voluntaria de ellos ¿habrá que indemnizarlos?”
No sé si será de público conocimiento que nosotros, todos, continuamos pagando, por intermedio de ANSES, los premios que, como pensiones, otorgó la expresidenta a los terroristas que asesinaron indiscriminadamente, secuestraron y torturaron a cientos de miles de inocentes, niños, ancianos, mujeres, con la macabra finalidad de poner de rodillas a todo el país, bajo la férula del comunismo. En el propio gobierno hay legisladores que las cobran.
Pero no sólo a ellos se benefició con esta insólita legislación que por ley 26.913 reglamentó Cristina Fernández de Kirchner, ya que también, la hizo extensiva a los desaparecidos y sus descendientes, una paradójica y monárquica decisión hereditaria que las instituciones, en especial la Justicia, y la sociedad idiotizada aceptaron como un mandato inapelable de la voluntad personal de una orate".  Fin.
La gente ya está harta y va desparramando sus opiniones con verdades que en épocas de la década ganada no se atrevía a expresar. En el Informador Público del día 16 leemos un artículo de Mauricio Ortin que nos proporciona una imagen realista de la política argentina sobre los derechos humanos.Dice:
 
"Estoy convencido de que la Argentina ostenta el índice más alto del mundo per cápita de reparticiones y empleados públicos de derechos humanos. La nación, las provincias y los municipios capitalinos e importantes cuentan, cada uno, con su propia “oficina de derechos humanos” y el necesario presupuesto. Una mochila muy pesada como para no tener en cuenta si el sacrificio vale la pena o es excesivo. Lo que nos lleva a examinar directamente, más que las intenciones, las actitudes y los resultados de la política pública argentina sobre los derechos humanos.
Puestos en tarea, lo que inmediatamente salta a la vista es que, por lejos, la principal actividad a la que está abocada es, por un lado, la persecución de los militares y policías que actuaron en la guerra contra el terrorismo y, por el otro, la vindicación y reparación económica del bando contrario de los subversivos que se alzaron contra el Estado argentino”

Fuimos testigos del nazismo, del facismo, del castrismo, del peronismo, del kirchnerismo, del cristinismo, por favor no formemos el macrismo. Digo esto porque artículos de este tenor son criticados como inestabilizadores por mucha gente partidaria de Cambiemos, saliendo en defensa de quien ahora quieren convertir en “líder”. No señores, lo que triunfó es la democracia. Restaurada por un partido denominado Cambiemos la vimos resurgir entre las ruinas por un conjunto de voluntades reunidas por el jefe de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, a quien votamos esperanzados en el cambio prometido y que seguiremos apoyando con críticas como la presente, de importancia institucional.
El presidente no busca la popularidad, el honor, ni la gloria, sólo aspira a unir a los argentinos con sanas políticas democráticas de diálogo, distintas opiniones y polémicas libremente expresadas, que son la base ignorada ex profeso durante más de una década por un gobierno corrupto hasta sus raíces.
Estamos en ese camino y por eso lo queremos ayudar en el cumplimiento de sus promesas que, en tan corto tiempo de su mandato, las viene haciendo efectivas

En este escrito queda asumida nuestra sincera voluntad de colaboración para que el gobierno tome conciencia de que los derechos humanos es la materia pendiente. Si se lee atentamente y sin ningún prejuicio, letra por letra, se comprenderá que no aparece ningún pedido de indulto, de absolución, de gracia, ni de perdón, sólo pedimos justicia, estrictamente, justicia.