sábado, 21 de mayo de 2016

JUBILADOS, UN EDITORIAL "OPORTUNO"

El editorial del diario La Nación de hoy “Jubilados sin justicia” es una magistral y medular defensa de los jubilados, en el que se explicitan con vehemencia las insalvables dificultas impuestas por el gobierno  en la tramitación de los juicios por actualización de haberes, con el sólo propósito de una defraudación masiva destinada a no pagar las sentencias y de paso a llenar sus alforjas.
Constituye un valiente alegato que deja al descubierto la voracidad y la ambición de una familia, los Kirchner, que no tuvo reparos en despojar impunemente a millones de ancianos, negando sus derechos y saqueando la caja de jubilaciones.
Pero los que hemos luchado desde hace muchos años para que se repare  la injusticia, los que hemos denunciado permanentemente en las redes sociales, en cientos de cartas a  periódicos prestigiosos, a los programas de televisión y a las mismas autoridades del gobierno y de ANSES  lo que podíamos denominar un verdadero genocidio, estamos en la obligación moral de repudiar esta acción mediática impregnada de hipocresía y oportunismo, que debió publicarse en respuesta al clamor de nuestros antiguos reclamos, ignorados totalmente, pero mantenidos a buen resguardo para reproducirlos en el momento adecuado.
Conocedores de que ha trascendido una acción gubernamental tendiente a disponer el pago de 50.000 juicios y a facilitar el procedimiento de los más de 300.000 en danza, sale el editorialista a la palestra para adjudicarse el mérito logrado gracias al editorial.
Sin embargo, es obvio que no han sabido leer o interpretar varios de nuestros escritos, pues en un párrafo dicen: “Resulta de suma trascendencia el pedido que formuló el presidente Mauricio Macri al titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, para ponerse al día con el pago de las sentencias judiciales de haberes jubilatorios”. 
El presidente debe ordenar, no pedir, como debió haber ordenado un informe sobre la situación en que se encontró a la Anses y de las auditorías realizadas, todo lo cual cobra redundancia en los más de 30 artículos enviados a las redes, a los diarios, a las emisoras, todos bajo el título tantas veces visto “¿Y ANSES?”.  Jamás tuvimos respuesta a esta simple pregunta de sólo dos letras y nos sigue aleteando la sospecha de que el silencio es un pago de servicios, impunidad mediante, al ex titular Diego Bossio por su camuflado paso al gatopardismo, provocando una apreciable grieta en el FPV muy favorable al PRO en la votación de la Honorable Cámara de Diputados. Nos preguntamos también …¿No habrá razones de Caja? 
Luego, al manifestar que los jueces de la Cámara Previsional, Herrero y Fernández fueron sometidos durante cuatro años a una impiadosa persecución por el gobierno anterior por dictar fallos favorables a los jubilados, denuncia el editorial que no fueron apoyados por sus colegas del fuero ni por la asociación que los nuclea.
Omite que tampoco fueron defendidos o apoyados por el prestigioso matutino y otros periódicos, como tampoco por los espacios radiales y de televisión. Las cosas en su punto, pues el editorial debió aclarar que fueron salvados de un juicio político por el movimiento de las redes sociales, en espacial el que esto escribe, con un petitorio de miles de firmas que obligaron a que la denuncia de Anses fuera desestimada.
Hace dos años, el 26 de mayo de 2014 La Nación publicó un editorial titulado “Nueva burla para los jubilados”, formulando severas críticas al titular de Anses, Diego Bossio, que afirmaba que para 2016 estarían todos los juicios pagados.  Lo hace responsable de que el organismo apele las sentencias de primera instancia favorable a los jubilados, incumpliendo de esa manera el compromiso de no apelarlos que la propia entidad que dirige asumió ante la Comisión Interamericana de los Derecho Humanos de la OEA.
Lamento  que en estos momentos no se haya hecho presente en los espacios del diario la controvertida vuelta de carnero del hace dos años severamente criticado, Diego Bossio y el silencio de ANSES que La Nación imita con gran éxito.  “Todo tiene que ver con todo” decía alguien…
Continúa luego con la defensa de los jubilados apelando a cartas enviadas desde este sector, en una actuación similar la que estamos relatando.
Mi respuesta de ese entonces la hago presente para esta nueva publicación.
“Me reconforta leer mis opiniones en el citado editorial, un poco tarde quizá, pero con la satisfacción de que son publicadas para conocimiento general, como eran mis deseos.”