sábado, 2 de enero de 2016

¿y LA ANSES? (IV)

Continúa el silencio de los funcionarios y del periodismo sobre Anses, pero una carta de la lectora  del diario La Nación, Claudia Cash, logró filtrarse para dar a conocer su opinión. Y es tal la coincidencia con mi carta publicada en Clarín el 6 de diciembre 2015 que me he propuesto comentarlas. La señora Cash nos dice:
Juicios a la Anses
“Cuando alguien hace algo mal, y sabe que lo está haciendo, entonces existen premeditación y alevosía. Así están actuando las autoridades de la Anses. Saben que en un juicio se les exigirá que paguen un reajuste. ¿Están en connivencia con los abogados, o son inservibles? Después de trabajar una vida, el beneficiario debe esperar que, por ineptitud o malicia, se le pague menos por la jubilación. ¡Cuántos ciudadanos no hacen juicios! ¿Por qué no revisan la forma de liquidar, ya que algo está mal? Es que los fondos de los jubilados fueron usados para repartir entre los ciudadanos, para obtener más votos. Y que éstos los acepten también es inmoral, porque es dinero que les pertenece a los ex trabajadores.”
Mi carta en Clarín desarrolla igual interpretación, al decir:
"El Presupuesto 2016 prevé pagar el año próximo $ 12.500 millones por sentencias a favor de los jubilados de la ANSeS. Este importe es un 19% superior al que se había fijado para 2015. Se estima que estos fondos alcanzarían para cancelar unas 50.000 sentencias
Si el Gobierno prevé en su Presupuesto de todos los años una suma millonaria para el pago de sentencias a los juicios de ajuste de haberes de los jubilados, es porque sabe y acepta que los litigantes ganan siempre sus juicios porque les asiste la razón.
Si eso lo sabe es porque viene defraudando a la clase pasiva con toda premeditación, al liquidar los haberes por debajo de un correcto cálculo.
Si a pesar de ello el Gobierno apela las sentencias favorables a los litigantes de forma indiscriminada, no obstante su propio compromiso ante los organismos internacionales de no hacerlo, es porque procede de mala fe, maliciosamente.
Si así lo hace permanentemente, con el agregado de otras chicanas, es porque busca dilatar los pagos sentenciados."
Es lamentable llegar a la conclusión de que se halla en los genes del argentino el engaño, el fraude y la trampa y que el gobierno los utilice perversamente en contra de los ciudadanos ajenos a semejantes procedimientos tendientes a defraudarlos.
La lectora lo dice claramente en una simple afirmación: “Anses sabe que en un juicio se le exigirá que pague un reajuste.”  
 Claro que lo sabe desde que ésa precisamente fue la intención al realizar un mal cálculo del reajuste de una liquidación de haberes.
Evidentemente no es correcto ni legal que una persona falsee sus declaraciones tributarias para obtener ventajas, pero que lo haga el gobierno por medio de sus instituciones administrativas perjudicando,para su propio beneficio, a una masa de ciudadanos indefensos, constituye un delito de lesa humanidad, que me atrevo a calificar como un imperdonable acto inmoral.
No creo necesario destacar, como como lo vengo haciendo en una innumerable cantidad de cartas y escritos, que solamente los ciudadanos a través de las redes sociales son los que recuerdan la existencia de un organismo totalmente olvidado por el gobierno, sus funcionarios, los políticos y los periodistas. Se trata de Anses quizá la institución más corrupta del precedente gobierno kirchnerista, a costa del hambre y sufrimiento de los jubilados.
Pero inexplicablemente,"de eso no se habla".