jueves, 14 de enero de 2016

LA JUSTICIA EN NUESTRAS MANOS

Si algo faltaba para tener un claro panorama de los juicios por delitos de lesa humanidad incoados contra los militares que combatieron el terrorismo comunista, nos encontramos con informaciones que ya conocíamos, pero que ahora son expuestas oficialmente, por tratarse de organismos u organizaciones anteriormente bajo la férula del Ministerio de Justicia.
Precisamente en este Ministerio se desarrollaba un “Programa de Verdad y Justicia”, de corte similar a los famosos tribunales y organizaciones especiales de los Estados  bajo las dictaduras fascista y comunista.
Es de rigor preguntarse para qué existían en nuestro país donde rige un gobierno democrático, una constitución y una forma de gobierno republicano donde sólo el Poder Judicial a través de sus jueces y fiscales son los encargados de administrar Justicia
A poco que continuemos con la lectura de esta noticia caeremos en la cuenta de que la misión que se llevaba a cabo era la de proporcionar a los tribunales que juzgaban los delitos de lesa humanidad, sólo a ellos, el aporte necesario en la investigación de los crímenes de Terrorismo de Estado.
Dentro de las tareas asignadas, nos hallamos con una sección especial para implementar un programa de protección para los testigos que en realidad no era tal, sino un sistema de adoctrinamiento a individuos para relatar como testigos escenificaciones preparadas para impugnar al acusado, que eran ejercitados en continuas sesiones  para evitar  una posible contradicción. Varios abogados defensores impugnaron estos testimonios demostrando que  todos se vertían de memoria y respondían a una misma matriz.
Abajo transcribimos la noticia del diario digital Rosario Net muy explícita en cuanto a nuestra opinión acerca de los juicios por venganza amañados por el kirchnerismo y que hemos delatado en forma permanente bajo los títulos “Sed de venganza” y “Presos Políticos.
Noticia. - Cesantías.
" Los despidos llegaron al Ministerio de Justicia. Uno de los programas afectados es el de Verdad y Justicia que brinda apoyo a los juzgados en las causas por delitos de lesa humanidad. Notas dialogó con Romina, una de las trabajadoras que detalló la situación de sus compañeros.
En total son cinco los despedidos que formaban parte del programa pero se conocieron también otros 60 telegramas sólo en la Secretaría de Derechos Humanos.
“El programa se creó en 2007 en el marco de los juicios por delitos de lesa humanidad para investigar los crímenes del Terrorismo de Estado, hacer un aporte a la Justicia e implementar un programa de protección para los testigos. Esas son las tareas a rasgos generales”.
“En total hay más o menos 50 trabajadores de los cuales 15 están en las provincias. Esos responsables llevan adelante determinadas tareas en la jurisdicción donde se desarrolla cada juicio”, 
En la Ciudad de Buenos Aires se trabaja “divididos en tres grandes grupos: uno de abogados, que es técnico; otro es un equipo de investigación interdisciplinario; y el otro es lo que llamamos Área de Implementación Operativa que realiza un análisis del riesgo previo a la implementación del programa de protección de los testigos”.
Los despedidos de este programa pertenecen a los tres equipos, son “una socióloga, una antopóloga y tres abogados” y “todos tienen la particularidad de haber ingresado durante el año 2015”.
Hasta aquí la noticia que concierne a cesantías dispuestas por el nuevo gobierno y con la opinión de los afectados por las mismas. Se podrá notar que no hay ninguna referencia o crítica dirigida a destacar el desconcierto por la creación de un organismo dedicado especialmente a monitorear  el desempeño de juzgados contra represores. Se la trata como una oficina más en la administración pública y el interés recae en el despido de varios empleados.
 Pero nosotros tenemos otra visión de un panorama muy distinto,, cuasi clandestino, que corresponde a la perversa finalidad de asegurar sentencias condenatorias y privaciones ilegítimas de libertad por sobre los límites exigidos por las leyes. Priva la venganza contra la justicia, la interpretación capciosa de los derechos humanos, ladeados por un gobierno corrupto y su utilización proselitista como bandera política.
Existen formales denuncias ante las Naciones Unidas que van adquiriendo una importancia cada vez mayor, a medida que se descubre el velo de un gobierno corrupto y transgresor de las leyes fundamentales. Es hora de que las nuevas autoridades democráticas y republicanas elegidas por el pueblo en históricos comicios, tomen las riendas de la Justicia y se adelanten a las seguras sentencias condenatorias de tribunales internacionales.