miércoles, 2 de diciembre de 2015

POR TREINTA DINEROS

Sergio Burstein pidió que Mauricio Macri sea enviado a juicio oral y público

Estos son los antecedentes de quien pide, por mandato de su dueña, que Macri sea enviado a juicio.
Vinculado en su momento al expediente de la mafia del oro, Sergio Burstein. un judío renegado, es un hábil personaje que ha sabido infiltrarse con astucia en el corazón de la agrupación que reúne a las víctimas del atentado a la Amia, ocurrido el 18 de julio de 1994. Más temprano que tarde, Burstein mostró sus verdaderas intenciones al reunirse con funcionarios del kirchnerismo, especialmente con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de manera insistente y, lo más llamativo, secreta. Pronto, su discurso trocó del dolor a lo político, lo cual provocó enorme desconfianza en sus propios compañeros de la mutual israelí.
Figura tradicional de los aniversarios del atentado, Burstein se fue ligando cada vez más al kirchnerismo al punto de participar de actos presidenciales que nada tenían que ver con la causa ni con la colectividad judía. Pero el detonante tuvo lugar cuando como orador el 18 de julio de 2011, frente la presidente Cristina Kirchner y su gabinete se despachó con fuertes críticas al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, al rabino Sergio Bergman, macrista y de fuerte influencia en la Amia, y contra el periodista José Eliaschev. Faltaban entonces dos semanas de la segunda vuelta de las elecciones porteñas en la que finalmente Macri fue reelecto.
Pepe Eliachev le respondió diciendo "Han pasado 8 años, la mitad del tiempo de impunidad del ataque contra la Amia. No hay un solo condenado ni detenido. ¿Qué tenemos que agradecerle a la presidenta?  Burnstein es un títere del gobierno que en vez de mostrar compasión por una causa impune, ha servido a sus propios intereses."
En su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea de las Naciones Unidas, la Presidente incluyó como parte de la delegación oficial a familiares de las víctimas del ataque terrorista a la Amia, encabezados por Sergio Burstein, en pago a sus servicios prestados en febrero de este año, oportunidad en que obtuvo por medio de Cristina una entrevista con el Papa  y acompañado por Graciela Linial, Hugo Fryszberg y Carlos Daniel Komarovsky, de la agrupación judeo-kirchnerista 18-J, le pidieron que interceda ante Irán, luego de que Francisco recibiera en el Vaticano a la vicepresidenta iraní, Shahindokht Molaverdi.
Se hicieron presentes en el discurso que pronunció Cristina Fernández y aplaudieron fervorosamente sus palabras en especial cuando atacó a la institución diciendo:
“Yo siempre dije que la Amia era un complicado tablero de ajedrez de la política internacional. Hoy digo que es una telaraña ajena a los intereses de mi país: una telaraña en la que quedan atrapados los personajes más chicos, y los más grandes quedan afuera”
El 20 de abril de 2015 escribo un artículo “Dividir para reinar”, en mi blog “Habla la Experiencia, donde digo: "La historia vuelve a repetirse" y Cristina Fernández de Kirchner hace suya una nota publicada por el sociólogo Jorge Elbaum, ex director ejecutivo de la DAIA, detonando con su perversa habilidad otra bomba de división en la grey judía. Desde su impensada escala en Granada, España, en su viaje a Moscú comentó por twit el citado artículo y ordenó su traducción al inglés. Prevé que la división por ella pergeñada puede extenderse al mundo, perjudicando a la República de Israel.
En esencia, Jorge Elbaum describe una conspiración internacional en contra del gobierno argentino financiada por los Fondos Buitres y corporaciones imperialistas de los EE.UU. que comienza a llevarse a cabo con la complicidad, mediante soborno, del fiscal Albrto Nisman al presentar su denuncia ante la justicia argentina.
En su elaborada y retorcida argumentación cita como lobbistas a Santiago Kovadloff, Daniel Sabsay y Marcos Aguinis
Volví a escribir el 29 de abril de 2015 otro artículo titulado “Cristina – Relato Judío".
“Con parecida estrategia a la de Adolfo Hitler incentivó la formación de una agrupación de judíos argentinos, bajo el predicamento del sociólogo Jorge Elbaum,”.
A través de una solicitada publicada en diarios de tirada nacional, más de trescientos judíos argentinos, entre ellos dirigentes comunitarios, intelectuales, artistas, diputados nacionales y personalidades de la cultura, se distanciaron de los posicionamientos de las principales entidades judías locales “sustentadas en directivas exteriores”..
Entre las centenares de firmas se destacan el escritor Juan Sasturain; el secretario Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster; el integrante de la agrupación 18J, Sergio Burnstein; los periodistas Jorge Halperín, Miriam Lewin, Adrián Korol y Hugo Pressman; el politólogo Carlos Escudé; los diputados nacionales Carlos Heller y Mara Brawer y el abogado Beinusz Szmukler.
Los adherentes al texto se definen como “herederos de las mejores tradiciones progresistas que están representadas, entre otras, por sus aportes en el surgimiento del movimiento cooperativo.
Cuestionaron también el apoyo de Amia y Daia al fallecido fiscal Alberto Nisman, quien, según ellos, actuaba bajo “un vínculo de subordinación a la embajada de Estados Unidos”, según describieron, que luego derivó en una denuncia penal por “traición, sedición y resistencia a la autoridad”, presentada ante la Justicia por el abogado Juan Labaké.
“Todo tiene que ver con todo” dice la Presidente, y en efecto, Juan Domingo Perón creó la Organización Israelita Argentina (OIA) en 1947 porque la Daia lo consideraba un líder fascista y pro nazi. Era de neta tendencia peronista y de apoyo irrestricto al General Juan Perón, a diferenciación de la Daia que no quería comprometer a toda la colectividad judía detrás de un personaje carismático.
Esta institución tuvo una vida efímera ya que desapareció tras el golpe de Estado de 1955. Dentro de la comunidad, algunos suelen comparar a aquel organismo con esta nueva agrupación.
Estos comentarios laterales tienen el propósito de que se conozcan hechos y actuaciones de personajes marginales, en realidad, mercenarios, es decir que participan en un conflicto para su lucro personal, sin ideales o preferencias nacionalistas o políticas. En los casos referidos podemos considerarlos antijudíos y antiargentinos, vendidos al mejor postor.