viernes, 6 de marzo de 2015

LA OPINIÓN DE UN FILÓSOFO

El secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster, dijo que la denuncia del exfiscal Alberto Nisman “estaba cargada de enigmas” y que “era insostenible jurídicamente”. A su vez, afirmó que “el daño que le hizo a la imagen de la Argentina [la acusación] fue gigante, de un gran riesgo para la republica. El filósofo ya había criticado la presentación de Nisman con una frase propia de su cultura literaria: “construir bronca en un verano alegre”.
Se agrega una fase más a su polifacética condición, la de jurista, aunque cargado de enigmas que nunca los deja de acechar.
El integrante de Carta Abierta trazó diferencias sociológicas entre la movilización del 18F y la marcha del 1M. Sobre la marcha del silencio, Forster señaló que hubo “un corte social muy claro”, “una población bastante grande” y había “mucha tensión, un discurso salvaje y ánimos de denunciar lo que se considera es una injusticia". Y la contrastó con “la manifestación extraordinaria en términos de transversalidad social y etaria” que acompañó a Cristina en su último discurso ante la asamblea legislativa. Aquí debemos señalar que como sociólogo es un fracaso, ya que habla de tensión y discurso salvaje, donde sólo imperó un majestuoso silencio y cailifica de "manifestación extraordinaria" a diez mil manifestantes llevados en micros con vales de choripanes y otros atrayentes regalitos contantes y sonantes. Finalmente, con su proverbial maestría lingüística nos hace notar la "transversalidad etaria" que acompañó a Cristina. Aparentemente los militantes aplaudidores, infatigables, eran verticalistas de la misma edad, que, para verificarlo, nuestro director del pensamiento habrá tenido que recurrir al padrón electoral.
Para mi persona resulta un ejercicio muy divertido y agradable profundizar en los claros conceptos que suele estampar en sus escritos el pintoresco filósofo.