martes, 9 de diciembre de 2014

UNASUR (4)

Con mi tercer artículo sobre UNASUR había decidido dar por terminado el novelón de la Reunión Cumbre (así la llaman) realizada en el Ecuador, pero surgió una carta de un lector de La Nación que me insufló ánimos para continuar mi batalla. 
Los que tuvieron la santa paciencia de leer mis comentarios, coincidirán conmigo que ese evento no tuvo ninguna difusión periodística, pese a que concurrieron los primeros mandatarios, incluída nuestra Presidente, debido al fracaso de los resultados y a la faz circense que imperó en las reuniones
Hemos hecho un análisis de ello destacando que los 20 puntos de la declaración final, se limitaron a homenajes, agradecimientos, acogidas con beneplácito, inauguración de un edificio, es decir, ningún resultado positivo.
Hicimos mención a los gastos que demandó esta cumbre, a costa de los ciudadanos de los distintos países que, engañados por la retórica, tenían esperanzas de soluciones espectaculares.
Aquí viene la carta de nuestro lector Jorge Rubnicius que proporciona interesantes detalles que no eran de mi conocimiento:
"Cuando mayor es la falta de dólares y la actitud de un gobierno debería ser de austeridad, la Presidenta viaja con una comitiva a Ecuador, donde se destacó la presencia de Víctor Heredia y César Isella como representantes del cancionero nacional, y sobre todo de Hebe de Bonafini. Ignoro qué tiene que hacer esta última en ese viaje, por tratarse de una persona sospechada por lo menos de pésima administración de dineros públicos, como el caso de la construcción de viviendas nunca terminadas en posible colaboración con Schoklender, y de provocar la estatización de la Universidad de las Madres con un pasivo superior a los 200 millones de pesos. Además, debería aclararse cuánto le costó al pueblo argentino la
sede de la Unasur y el monumento a Kirchner. ¿O el dinero lo puso la Presidenta de su propio peculio?"
Digo yo: ¿Qué tienen que hacer los cantores nacionales y la invitada de honor Hebe Bonafini en un evento internacional de los paises de América Latina? Cae de su peso que las reuniones de UNASUR y las similares constituyen un circo romano que pagamos todos. Es lógica y atendible la preocupación del lector Jorge que es la primera que observo, cuando debería ser un clamor popular en todo el hemisferio latinoamericano.