viernes, 19 de diciembre de 2014

MENTE CONFUSA

Es complejo el problema que sufre nuestra Presidente. No sabemos si adjudicarlo al escaso conocimiento de las funciones que cumple, o que está mal asesorada. Confunde con frecuencia la raíz de los temas que encara y realiza comparaciones desacertadas Rescato un gracioso dicho español, confunde tocino con velocidad. 
Ignoro qué afinidad ha descubierto entre dos importantes temas internacionales
como el reciente tratado entre los Estados Unidos y Cuba y el problema de las Islas Malvinas. Sucede que en su afán de demostrar un nacionalismo a ultranza, que no posee, no pierde la oportunidad de agitarlo como propio en cuanta reunión o acto oficial se presenta.
Además, al expresar que los yanquees tardaron 53 años en darle la razón a los cubanos, exterioriza el grado de ignorancia con que interpreta los tratados internacionales de reanudación de relaciones entre países. Aquí no se trata de quién tuvo o tiene la razón, es un entendimiento que ojalá rinda sus frutos, en especial para el pueblo cubano que tiene la chance de salir de un sometimiento infame y conocer los beneficios de la democracia.
Su verborrea grandielocuente de carácter místico se derrama en la siguiente frase: "Espero que un rayo de sol, de inteligencia, no un rayo eléctrico, un rayo del espíritu santo, de Dios, ilumine el corazón de la dirigencia británica." Vuelve a divagar la señora, pues si el rayo que ella pide va al corazón, la respuesta británica es compasión y si fuera a la mente, la respuesta sería inteligente. En fin , de todas maneras no creo que lo entienda.