lunes, 15 de diciembre de 2014

La Cultura y la Violencia

La Justicia le otorgó hoy la libertad condicional al líder de Quebracho, Fernando Esteche, quien permanecía preso desde hace un año en el penal de Ezeiza. 
El requerimiento obedeció en que, mientras permanecía preso, el mes pasado Esteche recibió su título en el doctorado en Comunicación Social, por la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata.
La mencionada Universidad se ha distinguido por la defensa de la libertad de prensa otorgando premios a sus cultores, como a Cristina Fernández de Kirchner, el presidente de Bolivia, Evo Morales, el ex mandatario venezolano Hugo Chávez,
el presidente de Ecuador Rafael Correa y la Madre Hebe de Bonafini.
También la Presidente Cristina Fernández de Kirchner recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de La Plata. Durante ese acto igual distinción post mortem recibió su marido y antecesor, Néstor Kirchner.
Si se tuvo la debida compenetración al leer los premios y títulos otorgados por esa alta casa de estudios, se podrá justificar el título asignado a Fernando Esteche.
El liberado reivindicó el uso de palos y capuchas como símbolos de la identidad de la organización. Aseguró que su forma de protesta "no es violenta." Estimábamos que una condición sine qua non de su libertad condicional, sería el arrepentimiento del delincuente, pero por lo visto eso no ha ocurrido y seguirán dando palos convenientemente encapuchados.
Así lo hicieron frente a la embajada americana donde quemaron banderas y arrojaron piedras, siendo reprimidos por la policía. Más tarde destrozaron vidrieras a lo largo de la Avenida Santa Fe, luego rompieron vidrieras de los bancos Boston, Río y Natzionale del Lavoro, mientras escapaban de la policía. Reitera el jefe de Quebracho que su forma de protesta "no es violenta."
Además, no es un antecedente menor sus vínculos con Milagro Sala, líder de la organización Tupac Amaru; con Luis D'Elía, de la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat y con el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto.
Todo lo relatado es índice incuestionable del estado anárquico que impera en el país. La "sensación" de seguridad pasó a ser espanto, y el miedo de los ciudadanos de salir a la calle se acrecienta día a día, se sabe cuando se sale de la casa, pero no se sabe si se vuelve.