viernes, 5 de diciembre de 2014

CUMBRE UNASUR

El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anfitrión de la cumbre que comenzó ayer en el Centro Cívico Eloy Alfaro de esta ciudad expresó que, en tren de darle mayor institucionalidad y fuerza a la Unasur, hacen falta muchas medidas concretas, entre las que enumeró el funcionamiento a pleno de un banco regional, establecer tribunales arbitrales propios y un sistema especial de pagos de deudas soberanas de la región. "Hay que combatir a los fondos buitre como dice Cristina y la vamos a acompañar en esto", dijo Correa guiñándole un ojo a la presidenta argentina, que estaba a apenas a un metro, sentada en el plenario de sesiones de jefes de Estado del bloque regional.
El gesto de Correa fue casi un doble regalo que recibió la Presidenta en esta cumbre. Hoy, además, se inaugurará en Quito la sede de la Unasur, que lleva por nombre Néstor Kirchner, en homenaje al ex presidente argentino, primer secretario general del bloque de países sudamericanos.
Está claro que hay una confabulación de orden personal, base de la creación de esta organización protectora de los intereses comunes, que no son otros que hoy por tí, mañana por mí.
Ya es vox populi acá y en el mundo entero que las cumbres de presidentes latinoamericanos son una farsa, un teatro griego, que busca el atornillamiento de los mismos bajo el rótulo del populismo-progresista bolivariano, ahora comandados férreamente por la dictadura cubana.
Cuanto más decadente es la cultura y la economía en la mayoría de estos países y más creciente es la falta de libertad y surge el autoritarismo, acompañado de la corrupción, mayor es la proliferación de pseudos organismos, superpuestos unos a otros, sin que nadie entienda sus finalidades y funciones. Así funciona el UNASUR
¿Acaso piensan que las rimbonbantes declaraciones emanadas de este organismo pueden tener algún efecto positivo entre los países que la conforman? Los homenajes que se rinden entre ellos durante las sesiones programadas con gran solemnidad, como hoy el edificio Kirchner, es una prueba de fanfarronería que no se aprecia en ninguna reunión de este tipo que se celebra en Europa o EE.UU. de Norteamérica.