martes, 4 de noviembre de 2014

Proselitismo con la desgracia

Ayudar a las familias afectadas por las inundaciones es de justicia. Pero obtener beneficios de una catástrofe con fines proselitistas, es vituperable. Aficionado a las fotos de propaganda vemos al candidato Massa besando a un anciano. Su actuación es forzada, como se puede apreciar, y realmente condenable. ¿Qué sentido tiene ese beso, calculadamente fotografiado? ¿Sentía y profesaba el mismo amor a los ancianos jubilados en Anses? ¿Besó a un anciano siendo Jefe de Gabinete? Lo más censurable en el hombre es la hipocresía llevada a cabo con niños y ancianos
como propaganda política.
El municipio suspendió el cobro de impuestos municipales por 120 días; el candidato presidencial desafió a las demás jurisdicciones a hacer lo mismo
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