viernes, 14 de noviembre de 2014

Pesas para la balanza (3)


Seguiremos demostrando que hay una falla en la balanza de la Justicia, en el sentido que se inclina para un solo lado. Nuestra observación se ve confirmada por los términos del documento entregado a los miembros de la Conferencia Episcopal por Cecilia Pando, Presidente de la Asociación de Padres y Amigos de Presos Políticos Argentinos (AFyAPPA). Los párrafos mas destacados son:
"Nos dirigimos a ustedes, como representantes de nuestra Madre la Iglesia, para pedirles que consideren la posibilidad de tratar el tema de la “Guerra Revolucionaria” ocurrida en nuestro país en la década del 70, considerando especialmente a todas las víctimas de la lucha fraticida que dividió a los argentinos en aquella época, incluyendo en esta categoría a los más de mil ochocientos detenidos y procesados, por juicios viciados desde su origen, donde la finalidad última no es hacer justicia, sino satisfacer la sed de venganza de uno de los sectores que participó en aquella contienda armada.
Nos preguntamos: ¿Por qué no nos dieron nunca el mismo lugar? ¿Por qué la Iglesia no habla también públicamente de las violaciones a los derechos humanos que sufren a diario nuestros más de 1800 presos políticos? ¿No pertenecemos al mismo rebaño?
Creemos que hay que terminar con la actitud “políticamente correcta”, demagógica e hipócrita del uso de los DDHH, que cada vez se profundiza más…silenciosa e insidiosamente.
La política actual de Derechos Humanos basada en la venganza sobre los cuadros inferiores de aquella época (hay soldados conscriptos y marineros presos, además de suboficiales, oficiales subalternos y civiles) ha servido para construir un monumental foco de corrupción económico e ideológico, que estimula y acrecienta el clima de enfrentamiento, de intolerancia y de lucro."
Hace años que Cecilia Pando es defensora de los derechos negados a los ancianos militares, hacinados en cárceles en estado deplorable, sin los servicios más esenciales, una total desatención médica y en donde ya murieron doscientos sesenta y cuatro. La mayoría de los presos procesados y sin sentencia judicial.
La venganza se ensañó también con ella; dos años atrás fue condenada a cinco meses de prisión y treinta horas mensuales de trabajo comunitario, por haber dañado los emblemáticos pañuelos de las Madres de Plaza de Mayo.
El motivo de acudir al Episcopado obedece a que sus miembros están inclinando la balanza hacia un solo lado, con un apoyo cada vez más frecuente a los terroristas de los años 70, hoy encaramados a puestos clave del gobierno y un olvido total de las víctimas de sus criminales atentados. Esta situación se hace más ostensible con las audiencias concedidas recientemente por el Papa a militantes montoneros y de la organización La Cámpora, muchos de ellos reconocidos criminales.
En definitiva, se trata de llevar pesas al otro platillo de la balanza, en procura de equilibrar el fiel de la misma a su justo nivel.