jueves, 13 de noviembre de 2014

Audiencias desconcertantes


Las últimas audiencias concedidas por el Papa Francisco a sus compatriotas han resultado desconcertantes. Por cuarta vez a la Presidenta, que nunca había ocultado sus críticas previas, llamándolo enemigo cuando era arzobispo de Buenos Aires y su manifiesto desagrado cuando fue designado Sumo Pontífice.
Al gobernador kirchnerista de la provincia de Buenos Aires, José Scioli. Al juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni, kirchmnerista. A la organización kirchnerista La Cámpora, con cuyos integrantes se fotografió recibiendo una remera partidaria
Por segunda vez a la Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, acompañada del militante de La Cámpora Juan Cabandié. En esta oportunidad la señora se arrepintió de sus anteriores críticas al Papa, aclarando que había estado "mal informada" por los medios. Asimismo logró que Su Eminencia ordenara abrir los archivos del Vaticano, por los desaparecidos.
La última audiencia de 40 minutos le fue concedida al titular de la Sedronar, el sacerdote Juan Carlos Molina que fuera designado por Cristina Fernández en
noviembre del 2013 Este nombramiento había originado fuertes polémicas por la
total falta de idoneidad y capacidad del sacerdote, por él mismo reconocida, para la Lucha Contra el Narcotráfico
No entraremos en detalle sobre esta desafortunada elección de la Presidente, nos estamos refiriendo a las visitas recibidas por Su Santidad. En este caso en particular nos llama la atención la soltura con que el entrevistado relata en términos coloquiales y a veces groseros su conversación con Francisco. Lo tutea y le dice “cuidate, mirá que te pueden matar” y agrega que en un momento Francisco le
dijo “metete en todos lados aunque te critiquen” Fue una charla fraterna de decir “cuidate, estás en un lugar riesgoso”. En nada favorecen al Papa estos burdos comentarios del sacerdote Molina.
Nos preocupa comprobar que el platillo de la balanza de los Derechos Humanos se inclina hacia un solo lado y así lo hicimos conocer en artículos anteriores. El comportamiento de la iglesia es un importante factor, ya que apoya a un gobierno terrorista, pero hay un ominoso silencio sobre las víctimas del terrorismo montonero de los años setenta. Tampoco hay un sentimiento, por lo menos de piedad, para los ancianos presos políticos, torturados y hacinados en las cárceles del país.
Mientras tanto, el Gobierno sigue apelando a todos lo recursos para lograr el monopolio de los Derechos Humanos y lo está consiguiendo con este apoyo. La hábil y sinuosa política del peronismo con su doble discurso, también tuvo éxito en esa tarea a pesar de la quema de las iglesias. No he leído ninguna opinión en lo diarios "opositores" La Nación y Clarín sobre esta tendencia cada vez más acentuada de "cooptación" oficialista. Quizá no la hayan advertido.